26 Ene Convento de San Antonio de Mondéjar
Uno de los monumentos que conforman el patrimonio artístico de la villa de Mondéjar es el Convento de San Antonio, de frailes franciscanos y del que hoy solamente quedan las ruinas de su iglesia. de la que podemos observar, la salida del pueblo en dirección norte, la portada y el hastial del testero, cuajados de detalles ornamentales y estructurales que confirman ser éste uno de los más antiguos monumentos de estilo plateresco existentes en España. lo que le valió, ya en 1921, ser declarado Monumento Nacional.
Este conjunto de convento e iglesia fue fundado y mandado construir a finales del siglo XV por don Iñigo López de Mendoza, segundo conde de Tendilla, y primer marqués de Mondéjar, quien en una de sus estancias en Roma, en 1487, a donde fue enviado, como ya hemos visto, por los Reyes Católicos para solucionar las diferencias surgidas entre Fernando de Nápoles y el papa Inocencio VIII, consiguió de éste el Breve las licencias necesarias para fundar en su recién adquirida villa de Mondéjar un convento de frailes franciscanos. Su fundación es de 1489 y muy poco después se iniciaron los trabajos de construcción del cenobio y de su iglesia, que se concluyó hacia 1509.
Su idea en principio fue hacer algo pequeño, que pudiera servir de mausoleo familiar, a imitación de algunas capillas de uso privado asistidas por frailes, al estilo de la Toscana, y de ese modo en alguna carta llegó a referirse a su fundación como un «hermitoruelo».
Además de la fundación y coste de la obras, don Iñigo entregó a la comunidad de frailes un crecido número de obras de arte muebles, pues en su testamento dice que se dé al dicho monasterio toda la plata y ornamentos de capilla que yo tengo en mi capilla y en mi cámara, así cálizes como cruz, como candeleros y portapaçes y ostrario y ampollas y campanilla y otras cosas. Ello evidencia además el gran cariño que profesaba a su fundación alcarreña.
La familia Mendoza, a lo largo de los siglos, permanentemente se ocupó de proteger con limosnas y atenciones a la comunidad de menores, y en muchos documentos y testamentos de los sucesivos marqueses aparecen referencias al Convento de San Antonio -recordamos, ubicado extramuros de la villa-, pidiéndoles misas y donando joyas, cantidades en metálico e incluso tierras.
También los acaudalados vecinos de Mondéjar, a lo largo de los siglos, fueron haciendo sustanciosas donaciones a la comunidad francisca. Así, vemos cómo los potentados López Soldado, a lo largo del siglo XVIII, entregan bienes y posesiones, en forma de memorias pías, al convento de San Antonio. Don Juan Bautista Celada hizo en ese mismo siglo una fundación de capellanía muy generosa, en la que dejaba todos sus bienes al cuidado de los franciscanos. Antes, en 1639, el Comisario del Santo Oficio en Mondéjar, don Marcos Alonso Sánchez, había dejado también sus bienes a beneficio del convento. Durante los siglos XVII y XVIII se puso de moda en toda la comarca enterrarse en el templo de los franciscanos de Mondéjar, que había sido construido con la idea de servir de panteón familiar a los marqueses, pero que luego por circunstancias varias solamente acogió a muy pocos de ellos. Esa costumbre hizo aún aumentar los bienes de la comunidad, que se extendían a numerosas huertas, campos de labor, censos y juros de heredad, y un buen paquete de dineros en metálico fruto del encargo de misas.
El monasterio sufrió los estragos de la primera guerra de la Independencia. Los mandos franceses acamparon en el convento, arruinándolo en parte. Quedó deshabitado en la desamortización de 1835 y demolido casi por completo (lo que no se había hundido ya) en 1916, paro de él sacar la piedra con que construir la Plaza de Toros de la villa.
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Bibliografía: https://www.herreracasado.com/1989/04/21/en-el-quinto-centenario-del-convento-de-san-antonio-de-mondejar-inigo-lopez-de-mendoza-fundador-en-mondejar/