07 Feb ¿Qué ver en Mondéjar?
Mondéjar es uno de los pueblos más importantes de la provincia de Guadalajara, siendo uno de los núcleos destacados de la comarca de La Alcarria y con numerosos atractivos por descubrir para todos aquellos que todavía no conocen nuestra localidad. En las siguientes líneas, te mostraremos todos los detalles para que no te pierdas nada de Mondéjar, la Cuna del Renacimiento español.
¿Por qué es la Cuna del Renacimiento?
La villa de Mondéjar posee este distintivo gracias al Convento de San Antonio (financiado por el I marqués de Mondéjar, Íñigo López de Mendoza y construido entre 1489 y 1509), ya que junto al Palacio Ducal de Cogolludo, ambos fueron diseñados por el arquitecto Lorenzo Vázquez de Segovia, considerado el introductor del estilo renacentista en nuestro país, que, además, realizó otros trabajos de gran relevancia, como el diseño del Colegio de Santa Cruz, en Valladolid o el Palacio de Antonio de Mendoza, en Guadalajara capital (actual Liceo Caracense).
Habitado por monjes franciscanos, fue abandonado tras la desamortización de Mendizábal, quedando el Convento en ruinas y, no sería hasta el año 2013, cuando su adquisición por parte del consistorio local, posibilitó una necesaria actuación de restauración y conservación, gracias a la cual, actualmente se pueden contemplar de forma totalmente gratuita parte de su iglesia, donde se ubican la portada principal, el ábside y parte de la nave, así como ciertas trazas del antiguo claustro y huertas del complejo.
Cuando hablamos del Convento de San Antonio no debemos pasar por alto un detalle, y es que buena parte de las piedras que formaron el edificio, una vez fue quedando en estado ruinoso el sitio, fueron empleadas para la construcción de la Plaza de Toros de Mondéjar, siendo su inauguración en el año 1917. Así pues, para garantizar la conservación de lo que quedaba en pie del Convento, el rey Alfonso XIII lo calificó como Monumento Nacional en el año 1921.
¿Iglesia o catedral?
Otra de nuestras joyas es la Iglesia de Santa María Magdalena, única parroquia de Mondéjar, construida entre el año 1516 y finalizada antes de 1550, compuesta por tres naves coronadas por bóvedas de crucería y sustentadas en arcos apuntados ciertamente abiertos, que muestran un estilo gótico en su etapa más tardía. Por contra, sus columnas y capiteles, portadas exteriores y coro alto, realizados en estilo plateresco, nos ofrecen una mezcla final de estilos fruto del trabajo de Cristóbal y Nicolás de Adonza, padre e hijo, que, desarrollaron su trabajo como arquitectos en el templo mondejano, aportando cada uno su visión y enriqueciendo la obra final.
Además, cabe destacar los tres grandes retablos, diseñados por Alonso de Covarrubias y el majestuoso órgano del S.XVIII, sustentado en el coro alto, ambos desaparecidos tras el incendio intencionado que sufrió el templo el 22 de julio de 1936. En la actualidad, podemos observar tres grandes retablos, siendo el mayor de ellos, una réplica muy notable del original, siendo esta copia realizada en los años 90 por Arte Martínez, taller ubicado en Horche, corriendo las pinturas sobre tabla a cargo del maestro Pedrós, de Guadalajara capital.
Ciertamente, si uno desea comprobar las verdaderas dimensiones de esta iglesia y su importancia, debe visitar el Museo Parroquial Mendocino de Mondéjar, situado en el coro alto del templo. Aquí se pueden contemplar las mejores piezas y obras de arte que han llegado a nuestros días, destacando una gran cruz procesional de plata bañada en oro fechada en el año 1550, numerosas vestimentas en terciopelo y bordados en oro, vestigios del Convento de San Antonio e incluso dos privilegios reales, concedidos por Sancho IV de Castilla y los Reyes Católicos, ambos relacionados con el permiso para organizar un gran mercado por San Andrés libre de tasas e impuestos.
No, la Iglesia de Santa María Magdalena no es una catedral, ni siquiera es una colegiata, pero su gran altura (hasta 15 metros en el punto más alto), unida a su imponente torre campanario, de más de 50 metros, así como todas las riquezas que atesora dentro, hacen de este edificio todo un símbolo de Mondéjar, que fue patrocinado por el II marqués de Mondéjar, Luis Hurtado de Mendoza y Quiñones. Además, se catalogó como Monumento Nacional en el año 1923.
La iglesia de Santa María Magdalena se puede visitar de forma gratuita todos los días del año, de 10:00 a 20:00, mientras que el Museo Parroquial Mendocino se puede visitar de viernes a domingo, de 10:00 a 13:15 y 16:30 a 19:30, siendo la entrada general de 2€ por persona y sólo 1€ por persona si se reserva la visita guiada en la Cueva de los Judíos.
Cueva de los Judíos, algo único
Íñigo López de Mendoza, primer marqués de Mondéjar, fue embajador de Castilla en Roma durante dos años a finales del S.XV. En ese tiempo, pudo contemplar varias obras con la representación de escenas de la vida y muerte de Jesús, realizadas en escayola y/o terracota en diferentes iglesias y ermitas, conocidas como «sacro montes». Así pues, determinó que a las afueras de Mondéjar, en la ubicación de una pequeña ermita situada en lo alto de un cerrillo, se reformaría dicho lugar y se construiría todo un «sacro monte» como anexo a dicho templo, bajo la apariencia de una cavidad. Así es como nace la Cueva de los Judíos.
Hacia el año 1570, este espacio dio por finalizada su construcción, desarrollado junto a la reforma y ampliación de la Ermita de San Sebastián, siendo un lugar en el cual podemos observar una representación completa con figuras de escayola a tamaño natural realistas de un Vía Crucis de 12 estaciones, reservando en el espacio central un lugar destacado para el enterramiento del marqués de Mondéjar.
No obstante, este último paso nunca llegó a cumplirse, puesto que el proyecto ideado por el I marqués nunca tendría esa función, al ser nombrado alcaide de La Alhambra tras la toma de la ciudad nazarí en 1492 y su establecimiento en la propia Alhambra hasta su muerte en 1515, siendo enterrado en la capilla del Convento de San Francisco, actual Parador Nacional. Por tanto, el espacio concerniente a la Cueva de los Judíos, quedó como un lugar de culto perfectamente integrado en la Ermita y siendo custodiado por los guardeses que han cuidado del lugar a lo largo de su historia, hasta la primera mitad del S.XX.
La Cueva de los Judíos ha sido restaurada en cinco ocasiones, destacando tres de ellas por encima del resto. En primer lugar, los trabajos acometidos por fray Bartolomé de San Pedro en 1719, monje jerónimo residente en el monasterio de Lupiana, cuya obra fue sufragada por el noble mondejano Alonso López Soldado, siendo muy importantes para la conservación del espacio. Dos siglos después, a consecuencia de los estragos causados por la Guerra Civil en parte del lugar, se han acometido dos trabajos de gran relevancia, tanto en el año 1973 por parte de un taller artístico de Socuéllamos (Ciudad Real), así como la última obra de restauración en 2013, centrada en pulir algunos defectos y evitar la proliferación de humedades, muy perjudiciales para unas figuras realizadas en escayola con más de 450 años de antigüedad.
Para visitar la Cueva de los Judíos, existe un límite de 15 personas por pase, por lo que es necesario reservar previamente llamando al 642 19 21 89 o bien a través de esta misma web, clicando AQUÍ, donde se puede escoger el pase que uno desee de viernes a domingo, siendo todas las visitas guiadas, de una duración cercana a 60 minutos y teniendo opción a realizarlas iluminadas con luz eléctrica (3,50€/persona) o a la luz de velas y candiles (5€/persona). Los pases son: 10:00 // 13:15 // 16:00 // 18:30 // 19:30. Existen entradas reducidas y precios especiales para grupos, por lo que recomendamos contactar previamente para beneficiarse de los diferentes descuentos.
Vía Verde del Tajuña, vino de Mondéjar y Fiestas «muy valencianas»
Mondéjar tiene un vínculo muy estrecho con Madrid, al ser una localidad fronteriza con dicha región, que incluso en tiempos pretéritos se desarrolló notablemente, gracias a la construcción del famoso Tren de Arganda (oficialmente Ferrocarril del Tajuña), que como dice el dicho, «pita más que anda», debido a su escasa velocidad, ya que por ejemplo, en su trayecto desde Madrid debía afrontar la gran subida desde la localidad vecina de Ambite, donde dejaba el río Tajuña a un lado y durante un tramo de 7 km hasta llegar a nuestro pueblo, debía subir una gran pendiente en los primeros kilómetros.
Actualmente, el antiguo trazado del tren, convertido en Vía Verde se encuentra perfectamente señalizado y es adecuado para realizar a pie, en bici o a caballo, pudiendo realizarse una ruta de 70 km de distancia desde Arganda del Rey hasta Yebra, en Guadalajara. El tramo de Vía Verde en Mondéjar consta de 10 kilómetros y es uno de los más especiales de todo el trazado, al discurrir por varios viaductos siendo el más importante el ubicado a la entrada del municipio, ya que es el puente de piedra dispuesto en curva más largo de España con casi 100 metros de largo, siendo construido en el año 1916, previamente al inicio del tráfico ferroviario.
Por último, pero no menos importante, cabe destacar la importancia del vino de Mondéjar, calificado con el sello Denominación de Origen y muy apreciado desde hace siglos en la Corte de nuestro país y nuestras Fiestas, siendo de gran relevancia las que se celebran del 13 al 18 de septiembre en honor al Santísimo Cristo del Calvario, patrón de Mondéjar, declaradas de Interés Turístico Regional y muy especiales, por la gran cantidad de pirotecnia empleada en su celebración.
Si deseas descubrir a fondo nuestro pueblo, te invitamos a reservar tu VISITA GUIADA COMPLETA EN MONDÉJAR de forma cómoda y sencilla, o si no dispones de mucho tiempo puedes reservar tu VISITA GUIADA A LA LUZ DE LAS VELAS EN LA CUEVA DE LOS JUDÍOS. ¡Te esperamos!